Conceptos basicos sobre seguros de decesos

Muchas personas piensan que los seguros de decesos, y todos en general, son un asunto muy complicado que engloba términos muy difíciles de entender. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, ya que estos productos están diseñados para solventar multitud de situaciones, haciendo la vida más sencilla.

Por lo tanto, es momento de conocer algunos conceptos básicos que son de gran ayuda para elegir la póliza de decesos que más convenga según las necesidades y circunstancias particulares.

Periodos de contratación 

Los seguros de decesos siempre se contratan por un periodo de un año. Esto significa que la póliza se renueva de forma anual si no se notifica a la compañía lo contrario con una antelación mínima de 2 meses respecto al vencimiento.

En caso de poner fin al contrato del seguro utilizando el modelo de carta de cancelación, independientemente de que se haya enviado por correo postal certificado, correo electrónico o fax, es recomendable guardar una copia de dicho documento.

Derechos consolidados 

Este concepto hace referencia a los derechos económicos que resultan de las aportaciones realizadas a un producto de ahorro y los rendimientos que hayan originado. En otras palabras, se trata del dinero que se haya ido depositando más los intereses que dicho capital ha ido acumulando.

Dadas las características de los seguros de decesos, en este tipo de pólizas no existen los derechos consolidados, ni tan siquiera por antigüedad en el contrato. Es importante no confundirlo con la situación que tiene lugar en una póliza que se transmite de padres a hijos. En este supuesto, lo que se hace es excluir a las personas fallecidas e incluir a los nuevos asegurados, pero no se trata de obtener ningún derecho económico de este tipo.

Precio del seguro de decesos 

Al igual que sucede en cualquier seguro, en el de decesos también se fija un precio concreto. Este coste varía en función de la edad del asegurado, el capital contratado para hacer frente al servicio de decesos y las coberturas complementarias que se incluyan en la póliza.

Por norma general, la prima de estas pólizas aumenta cada año como consecuencia del incremento de la edad, así como para ajustarse a la variación del IPC (Índice de Precios al Consumo). Por lo tanto, para contratar un seguro de decesos lo más económico posible es recomendable seguir algunos consejos:

  • Suscribir un capital totalmente ajustado al lugar donde está ubicada la residencia (existen importantes diferencias de precio entre las grandes ciudades y los pueblos más pequeños).
  • Ajustar el capital al tipo de sepelio que se desee. El coste será menor cuanto menos ostentoso sea el entierro.
  • Evitar suscribir complementos adicionales en la póliza de decesos a los que no se les va a dar ninguna utilidad, como seguros de vida por accidente, asistencia sanitaria por accidente, etc.

Beneficiario en el seguro de decesos 

Teniendo en cuenta la finalidad por la que se contrata un seguro de decesos, en este tipo de pólizas no existe la figura del beneficiario como tal. Podría identificarse con el asegurado o el tomador, aunque cuando se produce el fallecimiento, este no se beneficia de manera normal de las indemnizaciones derivadas del contrato.

Salvo esta especialidad, en cualquier caso, el beneficiario en los seguros de decesos continúa siendo la persona que tiene derecho a cobrar el capital asegurado, el cual puede coincidir o no con el tomador. Este puede, en última instancia, designarse a sí mismo o a otros allegados. En caso contrario, los herederos legales serán considerados como beneficiarios.

En este sentido, el tomador del seguro es la persona física o jurídica que firma el contrato con la aseguradora. Por ello, le corresponden todas las obligaciones que se deriven de esta suscripción.

Póliza 

Aunque de forma habitual se hable indistintamente de seguro y póliza, lo cierto es que esta última hace referencia a un documento específico. En concreto, alberga las condiciones generales, las condiciones particulares, las condiciones especiales, en su caso, y los suplementos o anexos que complementan la anterior documentación.

Siniestro en los seguros de decesos 

A diferencia de un accidente de tráfico o una fuga de agua en los seguros de coche y de hogar, respectivamente, en los de decesos el siniestro hace referencia a otro hecho distinto. El siniestro principal es la muerte del asegurado, aunque también se pueden contemplar otros cuyas consecuencias estén cubiertas por la póliza de forma total o parcial.

Según las garantías contratadas, puede tratarse un accidente durante un viaje o asistencia odontológica, entre otros. No obstante, por norma general, para considerar cuando se produce un siniestro se suele tener en cuenta los daños que se originan por una misma causa en igual fecha.

Suma asegurada 

El concepto de suma asegurada en las pólizas de decesos hace referencia a la cantidad que se establece en las condiciones legales como límite máximo para sufragar los costes que se deriven del entierro. La prima del seguro depende de esta cuantía que, en otras palabras, se puede definir como el tope del importe que la aseguradora aporta para cubrir los gastos del sepelio.

Si los servicios sobrepasan dicho límite, los familiares del asegurado deben asumir la diferencia. En caso contrario, si existe excedente, la compañía está obligada a devolver la suma sobrante a la familia.

Antigüedad 

Aunque antes hemos comentado que en los seguros de decesos no existen los derechos consolidados, en la modalidad de prima nivelada es posible encontrar otro tipo de derechos relacionados con la antigüedad. En estas pólizas se paga una mayor cantidad cuando se es más joven, la cual se va reduciendo cuando se alcanza una edad avanzada.

El precio que se debe pagar en cada momento se calcula según la esperanza de vida del asegurado y el capital que se haya contratado al principio. Así, en este caso, la antigüedad es un factor fundamental para retener a los clientes, ya que se pueden beneficiar de mayores ventajas a medida que van cumpliendo años.

Servicio funerario 

Entre las múltiples coberturas que incluyen los seguros de decesos, la principal es el servicio funerario íntegro. Se trata de una solución especializada cuyo objetivo es resolver los asuntos materiales y emocionales que surgen cuando una persona fallece. Además de la posibilidad de elegir cómo y dónde se debe realizar el entierro, también se incluyen otras partidas:

  • Ceremonia religiosa o laica.
  • Ataúd o urna funeraria.
  • Enterramiento o incineración.
  • Capilla ardiente en un tanatorio.
  • Preparación del cadáver.
  • Elección e inscripción de lápida.
  • Coronas de flores y otros adornos.
  • Servicio de transporte para los familiares.
  • Gestión de documentos…

Exclusiones y limitaciones 

A la hora de contratar un seguro de decesos, o de cualquier otro tipo, es imprescindible revisar no solo las garantías que se contemplan, sino sobre todo los puntos que quedan excluidos de la póliza. Para que la familia no se lleve ninguna sorpresa cuando se produzca el fallecimiento, es recomendable resolver todas las dudas sobre las limitaciones que se establecen antes de firmar el contrato.

A grandes rasgos, en las pólizas de decesos se consideran las siguientes exclusiones:

  • Los fallecimientos originados como consecuencia de conflictos armados, energía nuclear, acontecimientos extraordinarios de la naturaleza, manifestaciones, huelgas, catástrofes, calamidades, etc.
  • Las muertes que se producen por una actuación del asegurado llevada a cabo con mala fe.
  • Los siniestros ocurridos antes de que se realice el pago de la primera prima o cuando el seguro se encuentra extinguido por no abonar los importes correspondientes.

Periodos de carencia 

Este concepto que aplica en todos los tipos de seguros, también se podría considerar como una limitación de la póliza. Se conoce como periodo de carencia el tiempo que se establece por parte de la compañía entre el momento en que se firma el contrato y la fecha en que todas las coberturas empiezan a estar operativas. Esto significa que, si durante dicho intervalo se produce algún siniestro, la compañía no se hace responsable, aunque esté contemplado en las condiciones legales.

En ocasiones, el periodo de carencia puede afectar a unas garantías y a otras no, lo que depende de cada aseguradora. Dado que este tiempo puede llegar a ser hasta de hasta varios meses, es fundamental revisar la letra pequeña para saber con exactitud cuándo se puede disfrutar de los servicios suscritos.


Puedes continuar con más información:

Tipos de seguros de decesos

Tipos de coberturas del seguro de decesos

Diferencia entre seguro de vida y decesos


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